1970
La década de 1970 representa un momento decisivo en la carrera del Maestro José Luis Serrano. Tras graduarse de La Esmeralda como "Pintor Nocturno" - título que obtuvo por sus estudios en el turno vespertino - Serrano emergió como una de las voces más prometedoras del arte mexicano contemporáneo.
El punto de inflexión llegó cuando la prestigiosa Galería Juan Martín, la más importante de Latinoamérica en su momento, lo seleccionó para exponer su obra. Lo que Serrano no sabría hasta años después era que el renombrado artista Francisco Toledo había sido quien lo descubrió y recomendó, reconociendo en él un talento extraordinario.
Esta década marca también el inicio de sus encuentros con la élite artística mexicana. Siendo el más joven, Serrano participaba en reuniones y debates interminables sobre arte con figuras legendarias como Arnaldo Coen, Miguel Castro Leñero, Irma Palacios, José Luis Cuevas, Vicente Rojo, Juan Soriano, Rufino Tamayo y Manuel Felguérez. Estas interacciones enriquecieron profundamente su visión artística y contribuyeron a la maduración de su estilo único.